Tarta vigilante: un postre bien argentino que se hace en pocos minutos
Se trata de una preparación típica de abuelas que ha perdurado a lo largo de los años y mezcla todo el sabor del dulce de membrillo o batata y el tradicional queso en una base crocante de tarta tipo pastaflora.
No se puede negar que uno de los postres más clásicos y que verdaderamente representa la esencia argentina, ese “El vigilante”, una sencilla torre de dulce de batata o membrillo con queso tipo fresco o duro y, en muchas oportunidades, una fina capa de caramelo para darle un toque de crocante a una preparación blanda.
Partiendo de esta tradicional mezcla de sabores, se innovó en nuevas recetas que le dan una vuelta de rosca a una opción infalible. De esta manera, la Torta Vigilante ganó una importante popularidad y comenzó a presentarse como una opción gourmet para sorprender a la familia o amigos.
Esta interesante variante no solo es deliciosa, sino que también es una excelente alternativa para cuando querés comer una rica torta y no contás con demasiado presupuesto. Además, el paso a paso de la predación es muy fácil y rápido.
Ingredientes conocidos para una sabrosa tarta vigilante
- 100 gramos de manteca.
- 100 gramos de azúcar.
- 4 huevos.
- 250 gramos de harina leudante.
- Esencia de vainilla.
- 300 gramos de dulce de batata o membrillo.
- 300 gramos de queso crema.
- Pizca sal.
Receta sencilla de Tarta vigilante, un postre bien argentino
1- Para empezar con esta rica preparación, vamos a cremar la manteca. Para ello, derretimos la materia grasa a temperatura ambiente y mezclamos con la mitad de la azúcar y un chorrito generoso de esencia de vainilla. Mezclar hasta que adquiera una consistencia firme y suave.
2- Luego de formar la crema, agregamos los 2 huevos y mezclamos bien para integrar. Cuando este todo bien incorporado, agregamos la totalidad de la harina leudante junto con la pizca de sal. Formar una masa pero sin amasar. Guardar en la heladera por 30 minutos (aproximadamente).
3- Una vez pasado ese tiempo, sacamos del frío y estiramos la masa sobre la mesada, previamente enharinada, hasta que quede una base de groso fino. Enmantecar y enharinar una tartera y forrar con la preparación.
4- Derretimos a fuego lento el dulce de batata o membrillo con un chorrito de agua para que no se queme. Además, en otro recipiente, mezclamos el queso crema con el resto del azúcar y los dos huevos restantes. Cuando ambos estén preparados, pasamos al ensamble de la tarta.
5- Esparcimos bien el dulce sobre la masa y luego por encima colocamos el queso crema. Llevamos a horno moderado (180°) por aproximadamente 40-50 minutos. Pasado este tiempo, sacamos de cocción y dejamos enfriar por completo porque es un postre que se come frío.
6- Este paso es 100% opcional, ya que la decoración dependerá de los gustos o presupuesto del cocinero. Una opción es, antes de servir, espolvoreamos con un poco de azúcar impalpable y ponemos frutos secos picados para darle un toque de crocante a la crema que es tan suave como aireada. Para los amantes del dulce, también se le puede hacer unos copitos de crema tipo chantilly o dulce de leche.