Los platos hechos a base de crema, ya sea pollo, pastas, salmón o verduras, tienden a conducir derecho a la cama. Son los más sabrosos pero los que mas ameritan una siesta de tres horas después. Pero este pollo al verdeo cambia las cosas. Se trata de una receta liviana pero igual de rica con la que podrás seguir de largo, o te tirarás en la cama por una hora máximo. 

Un menú fácil, simple y práctico para toda la familia en un día de semana cualquiera, o para un simple domingo de frío donde se precisa algo calentito y tirarse a la cama. La combinación de pollo, verduras y crema jamas sale mal y más cuando está presente el penetrante sabor de la cebolla de verdeo. Ideal para acompañar con arroz blanco que tomará el sabor y el jugo de todos estos ingredientes.

Esta receta de Paulina Cocina será un camino de ida y querrás prepararla mínimo dos veces a la semana. Si se la quiere hacer mas liviana todavía, hay quienes reemplazan la crema por queso untable, y según ellos queda igual de sabrosa. Pero debemos admitir que la crema es el verdadero pilar de toda esta preparación. 

Ingredientes

Para 2 personas

  • 1 pechuga de pollo grande
  • 5 cebollas de verdeo
  • 1 diente de ajo
  • 1 chorro de vino blanco
  • 1 caldito
  • 100cc. de crema de leche
  • Sal, pimienta y aceite

Preparación

  1. Cortar la pechuga en trozos grandes. Calentar el aceite y dorar los trozos de ambos lados. No deben quedar demasiado dorados, apenas.
  2. Agregar al pollo las cebollas de verdeo, cortadas en rodajas gruesas, y el ajo picado. Cocer a fuego fuerte. Apenas un par de minutos, la cebolla de verdeo no debe ablandarse tanto como en otros sofritos.
  3. Agregar el chorro de vino y dejar al fuego uno o dos minutos, para que evapore el alcohol.
  4. Agregar el caldito, la sal, la pimienta y agua hasta cubrir apenas el pollo. Poner a fuego fuerte hasta que hierva, luego bajar el fuego y cocinar, tapado, una media hora. 
    Cocinar tapado por media hora.
  5. Una vez que esté listo, dejar unos minutos para que baje el calor y agregar la crema de leche. Mezclar hasta que la salsa se una. Quedará una salsa cremosa pero liviana. Servir acompañado de arroz como yo, puré, papas o lo que se te ocurra.