Receta de scones de queso, la opción perfecta para las tardes frías
Estos manjares de la panadería, realizados a base de harina y manteca son ideales para el desayuno o la merienda y funcionan muy bien en compañía de mate e infusiones.
Los argentinos son reconocidos en el mundo por su devoción hacia todas las propuestas de panadería que se complementan a la perfección con el mate o el té de cada día. Los scones están entre los favoritos a la hora de visitar estos comercios, no es para menos, su masa salada y textura suave se deshace en el paladar.
Los scones comparten protagonismo con los bizcochitos de grasa, los criollitos, los cuernitos y las medialunas saladas. Están elaborados a base de harina y manteca y pueden ser dulces o salados. Son ideales para el desayuno o la merienda y funcionan muy bien en compañía de infusiones.
Este manjar de la panadería se luce con diversos ingredientes, puede llevar queso, pasas de uva, dátiles, azúcar y otros. Su forma tradicional es redonda aunque también pueden hallarse opciones triangulares o cuadradas en el Reino Unido.
La historia dice que su origen es escocés, son típicos de la cocina del Reino Unido, donde se comen con mermeladas y queso cottage a la hora del té. El inventor fue un joven repostero refugiado en la Abadía de Scone que recordó los bollos de pan que se hacían en su casa durante los años de guerra. A partir de allí comenzó a elaborar unos panecillos sin forma que carecían de estética, pero quienes los probaban quedaban fascinados.
La fama de los scones creció rápidamente y comenzaron a distribuirse por todos los pueblos. Eran particularmente demandados por los empobrecidos para calmar el hambre en épocas de guerra.
Receta de scones con queso
Ingredientes
- 350 grs. de harina
- 1 cucharadita levadura
- 3/4 cucharadita sal
- 50 grs. manteca
- 80 grs. de queso rallado
- 1/2 taza leche
- 1/3 crema para cocinar
- Huevo para pintar
Paso a paso
1- En un bol tamizar harina, levadura y sal.
2- Incorporar la manteca en cubitos y el queso rallado. Mezclar.
3- Agregar la leche y la crema. Mezclar.
4- Estirar la masa hasta dejarla de 1, 5 cm. de espesor. Cortar la masa con un molde de unos 4 cm. de diámetro.
5- Colocar en una fuente para horno. Pintar con huevo batido y cocinar (en horno precalentado) a 200° durante unos 10 min o hasta que se doren.