Receta criolla en el mes de la Revolución: pastelitos de membrillo bien crocantes
Muchos de los platos que caracterizaron la cocina de la época colonial continúan presentes en los hogares de todo el país, y durante las próximas semanas estarán en boca de todos.
Mayo es el mes de la Revolución argentina, con la fecha patria del día 25 se da inicio a una serie de celebraciones nacionales que culminan con el Día de la Independencia, el 9 de julio. Los actos escolares, la escarapela y el himno son símbolos de estos festejos, así como las comidas típicas.
En esta época las mesas argentinas ven pasar algunos de los platos más representativos de la Revolución de Mayo, como el locro, el puchero, la carbonada y los clásicos pastelitos de membrillo. Los mismos que hoy permanecen inamovibles en los mostradores de las panaderías.
Muchas de las recetas que caracterizaron la cocina de la época colonial continúan presentes en los hogares de todo el país y durante las próximas semanas estarán en boca de todos.
La cocina de hace dos siglos mezcló tradiciones aborígenes con recetas e ingredientes de los inmigrantes españoles. De allí surgió la comida criolla, una corriente culinaria que nunca nos abandonó. Cada vez que el calendario se acerca al Día de la Revolución (25 de mayo), al Día de la Bandera (celebrado el 20 de junio) y al Día de la Independencia (9 de julio) renace el apetito por uno de los platos que mejor simbolizan la Patria.
Los pastelitos de membrillo y batata son uno de esos representantes. Los mismos que las mujeres llevaban en canastas sobre la cabeza por las calles de Buenos Aires en el tiempo del Virreinato del Río de la Plata y la posterior revolución. Los cocinaban en sus casas y luego los vendían al grito de: "Pastelitos calientes que queman los dientes".
Pastelitos de membrillo
Ingredientes
- 300 grs. de harina 0000
- 100 grs. de manteca
- 400 grs. de membrillo
- ½ taza de agua
- ½ cdta de sal
- c/n aceite
- c/n azúcar
- c/n agua
Paso a paso
1- Hacer una corona con la harina y la sal. Agregar la manteca en el centro e ir incorporando agua hasta obtener una masa. Reposar una hora a temperatura ambiente.
2- Estirar la masa sobre la mesada enharinada, cortar en cuadrados de 5 cm.
3- Tomar uno de los cuadrados y colocar en el centro un cubo de membrillo pequeño. Mojar los bordes y tapar utilizando otro cuadrado de masa en forma de cruz. Presionas las puntas para sellar bien.
4- Freír en aceite a fuego moderado hasta que doren de ambos lados.
5- Retirar y colocar sobre papel absorbente. Dejar enfriar unos minutos.
6- Añadir azúcar en forma de lluvia y servir.