Menú anti frío polar: alimentos que ayudan a calentar el cuerpo
La forma de cocción y la naturaleza térmica de los ingredientes influyen en su habilidad para generar calor en el organismo. Un aspecto que resulta clave para combatir la ola de frío polar.
El frío extremo, así como el calor intenso, obligan a elegir los alimentos según su naturaleza térmica, es decir, por su capacidad para calentar y/o enfriar el cuerpo. Estas cualidades cobran mayor relevancia en medio de días con temperaturas mínimas que rozan los cero grados como los que está atravesando todo el país. Tené en cuenta los siguientes consejos para elaborar recetas según las condiciones climáticas.
La forma de cocción de los alimentos y sus características nutricionales influyen en su habilidad para generar calor en el organismo. Por ello, es importante ser conscientes de lo que se elige, cuándo y cómo se prepara.
La naturaleza térmica de una comida no está determinada por su temperatura real, sino por el efecto que ésta provocará en el cuerpo. La reacción puede verse intensificada luego de la digestión, disparando reacciones químicas, hormonales y funcionales diferentes.
El efecto térmico puede ser de duración corta o duradera. Esto quiere decir que algunos alimentos enfrían o calientan en un primer momento y pero luego de un rato, provocan el efecto contrario. Un ejemplo de ello es el alcohol que en primera instancia brinda calor pero al cabo de unas horas genera una sensación de frío.
El caso contrario ocurre con ingredientes picantes como la pimienta, capaz de hacer entrar en calor a cualquiera en pocos minutos, para luego bajar la temperatura corporal. Esto sucede porque el calor viaja de adentro hacia afuera del organismo.
Además, las comidas e ingredientes con la capacidad de proveer un calor duradero en el cuerpo contrarrestan el efecto de los alimentos muy fríos, funcionan también para absorber la humedad y activan la circulación, una característica que los hace más que adecuados para las personas más friolentas.
Alimentos que calientan
- Verduras: cebolla, puerro y ajo.
- Frutas: cerezas.
- Cereales: trigo sarraceno.
- Semillas, aceites y frutos secos: castaña. (Templados: almendra, avellana, nueces, pistachos, sésamo tostado, maní y semillas de girasol).
- Especias: albahaca, jengibre, canela, cardamomo, clavo, romero, anís, orégano, hinojo, eneldo, comino, nuez moscada, mostaza, laurel y cúrcuma.
- Hierbas frescas: albahaca y perejil .
- Otros: la miel, los dátiles, el cacao, el pan de masa madre.
- Carnes: todas generan calor.
- Pescados: trucha, cordero y anchoas.
¿Cómo potenciar el efecto térmico?
- Frutas: calentar cocinándolas con especias como la canela o el clavo.
- Lácteos: acompañar con especias calentadoras, una cucharadita de melaza.
- Carnes y pescado graso: si se acompañan con hierbas frescas como la menta, el cilantro o el eneldo fresco y jugo de limón y/o jengibre, serán más digestivos.
- Verduras: al saltearlas con puerro o ajo les otorga un efecto más calentador.
Bebidas calientes
La mejor forma de entrar en calor e hidratarse durante una ola de frío polar, y a lo largo del invierno, es incorporar las infusiones, el té, café, mate cocido o chocolate caliente a la rutina diaria. Son opciones óptimas para ayudar al organismo a manterse caliente por más tiempo.
El té en todas su variedades es una de las alternativas más recomendadas por los numerosos beneficios para la salud: aportan cantidad de antioxidantes, favorecen la digestión y ayudan a depurar el organismo. El café es bueno siempre y cuando se lo incorpore de forma moderada, más de 2 tazas de esta bebida puede resultar perjudicial a la larga.
Asimismo, el caldo debe convertirse en un alimento básico del menú invernal, ya que ayuda al organismo a mantener o recuperar la temperatura corporal y aporta un sinfín de nutrientes esenciales para el sistema inmune.