Los tips para que tu asado de Navidad sea el más rico del barrio
A pocas semanas de la Nochebuena, una de las opciones más favoritas por los argentinos es el asado a la parrilla. Mirá en esta nota los secretos y claves para sorprender a los comensales en Navidad.
Con el comienzo de diciembre muchos argentinos ya empezaron a organizarse para las fiestas de fin de año y con la Navidad cada día más cerca, debemos recordar los secretos del asado a la parrilla. Sin dudas, se trata de una de las comidas más elegidas para disfrutar una Nochebuena única en familia.
El asado es una de las comidas tradicionales de nuestro país y una de las más preferidas. Como todos los años, su preparación a la parrilla es una excusa perfecta para juntarse con la familia a esperar los regalos.
En esta ocasión, para los fanáticos de la tira de asado que están cocinando sus primeras parrilladas tenemos que revelar los trucos imperdibles de los expertos en la histórica costumbre culinaria de nuestro país.
Uno de los debates en torno a la preparación de asado es con qué se arma el fuego: carbón o leña. Aunque muchos utilizan el carbón vegetal, los más conservadores no se despegan de los trozos de árbol.
Esta última alternativa implica que el fuego para la carne demore un poco más, pero produce que los cortes queden con un sabor especial. Otros parrilleros prefieren el carbón para comer rápido. Y una tercera vía que gana adeptos es usar ambos, según el momento.
Luego de este primer paso importante hay que poner una buena capa de brazas abajo de la parrilla con el objetivo de calentar los fierros y poder limpiarlos. Es importante que los trozos de carbón y lleña estén al rojo vivo.
Mientras tanto, hay que empezar a salar toda la carne que elegimos para la noche de Navidad. Y los expertos siempre recomiendan utilizar sal parrillera, con un poco de pimienta a gusto de cada asador.
Un dato clave para principiantes es que antes de colocar el asado y los otros cortes de carne vacuna en el fuego, se deben poner en la parrilla las achuras, los chinchulines y todos lo demás que lleve más tiempo de cocción.
En cuanto al asado, su cocción va a depender del tamaño que tiene la tira que nos dio el carnicero, por el tamaño del hueso.
Precisamente, el lado del hueso se coloca hacia abajo y se calcula una media hora hasta que se vea que comienzan a brotar pequeñas gotas de sangre del lado de la carne. Ese es un buen momento para dar vuelta la tira. También se puede observar si la carne se despega del hueso.
Finalmente, una vez que el parrillero percibe que el lado de la carne quedó crujiente y con color, bastará con unos minutos más para que el plato principal esté listo. El punto de color del asado suele generar debate entre los que lo prefieren bien cocido y aquellos que a los que les gusta bien jugoso. Esa es decisión del asador.