Los diez secretos de los expertos para hacer los churros perfectos y crujientes
Aprendé a preparar en casa este producto gastronómico tan aclamado por los argentinos, según los que mas saben. Son ideales para el fin de semana con unos ricos mates para toda la familia.
Los churros suelen ser los protagonistas de una tarde de playa en temporada de verano. A la hora de girar el mate son el primer antojo que surge y la docena en la arena es casi imprescindible ¿Pero porqué esperar a las vacaciones? O mismo, ¿Porqué ir a comprarlos a una panadería expresamente? Son un producto que según los expertos, son mejores caseros.
Además de ser una receta muy fácil de hacer, rinde de manera abundante y son ideales para aportar en una reunión social. No hay paladar argentino que se resista a un buen churro con dulce de leche. Son dúo dinamita tanto como las frutillas con crema, el limón y el merengue, el chocolate y la almendra y también la banana con el dulce de leche.
Una rico café, unos mates o para los mas golosos, una taza de chocolate caliente acompañan a la perfección estos churros que le darán sabor al fin de semana. Preparalos para pasar la tarde, o sino, sorprende a tu familia en el desayuno y tendrán un despertar glorioso.
Para eso, te dejamos los ingredientes y 10 consejos imperativos para la hora de la preparación. No requiere de ninguna técnica culinaria complicada, pero conseguir los churros perfectos no es tarea sencilla. Sorprender a los paladares mas amantes de este aperitivo, que son exigentes a la hora de degustarlos, es todo un desafío. Por eso, sigue estos tips para que no se exploten, estén crujientes, dorados y el dulce de leche en su punto justo.
Ingredientes
- 250 g. harina de trigo todo uso
- 250 g. de agua
- 1 cucharadita de sal (8 gramos aproximadamente)
- Aceite de oliva suave para freír o aceite de girasol
- Azúcar para espolvorear
- Papel absorbente de cocina
- Una churrera manual o una manga pastelera con boca fina
10 consejos para la preparación
- La proporción de agua y harina es clave a la hora de conseguir que la masa adquiera la consistencia adecuada. Procurar usar la misma cantidad de ambos.
- Con respecto al aceite en la masa, es algo opcional. El aceite ayuda a hacer la masa más maleable y esto es de agradecer cuando trabajamos la churrera y queremos que salga la masa, que es bastante dura y cuesta manejar. En el caso de usarlo, mejor que sea de oliva virgen extra. Una cucharada por cada 250 gramos de harina y 250 gramos de agua será suficiente.
- Si la receta indica “llevamos a ebullición agua, aceite y sal”, hacerlo. No basta con calentar. No. Tiene que hervir. Lo mismo con la harina, hay que tamizarla para que escalde al añadir el líquido hirviendo sobre ella. Con esto la pre-cocinamos y evitamos que nuestros churros, sí los freímos correctamente, sepan a harina cruda.
El punto de mezclado y amasado es muy importante. No subestimar. Si no conseguimos una masa homogénea los churros se deformarán con la fritura y, pero aún, explotarán en el aceite. Por ello es genial usar una amasadora mecánica, pero si no disponemos de una hacemos el proceso a mano. Comenzamos con una cuchara de madera o de silicona y mezclamos, mezclamos y mezclamos hasta homogeneizar. La masa está muy caliente (le hemos echado agua hirviendo así que la temperatura ronda los 100º C), pero en cuanto podamos manipularla con las manos, nos las engrasamos con una pizca de aceite de oliva virgen extra y amasamos a mano. Buscamos una masa lisa y suave, en cuanto alcancemos este punto dejamos de amasar.
Rellenamos la churrera con ella, apretando bien para que no queden burbujas de aire en el interior, de lo contrario nuestros churros explotarán al freír y terminaremos poniendo la cocina hecha un cisco, con aceite y masa por todos lados. Si no tenemos churrera podemos usar una manga pastelera con una boquilla de estrella.
El aceite de la fritura ha de estar bien caliente y ser abundante. No racanear a la hora de llenar bien la sartén, los churros tienen que flotar en él. Si nos da por ahorrar nuestros churros estarán igualmente ricos, eso seguro, pero la forma de estrella saldrá rara y no lucirán tan bonitos como debieran.
Mejor si usamos aceite de oliva virgen extra. Le da al churro un sabor inigualable que no se consigue con ningún otro.
Para que el aceite se mantenga caliente, no llenemos la sartén de churros por eso de terminar cuanto antes. Con ello sólo conseguimos que baje la temperatura y que absorban demasiado aceite. Así que mejor de tres en tres, cuatro en cuatro o el número adecuado para la capacidad de nuestro recipiente.
Durante el proceso de fritura, volteamos los churros para que se doren por todos sus lados por igual, la masa se cueza bien en el interior y adquieran esa textura crujiente que tanto nos gusta de los churros.
Por último, al retirar los churros de la sartén los dejamos reposar un par de minutos sobre papel absorbente para que no queden grasientos y, por supuesto, los pasamos por azúcar.