Cuando cocinamos cualquier tipo de carne, muchas veces nos encontramos con varios inconvenientes. Por lo general, la carne tiende a soltar mucha agua o, por el contrario, termina quedando completamente seca y dura.

Para evitar este tipo de problemas, existen ciertos trucos caseros que se pueden poner en práctica en la cocina. No llevan más que unos pocos minutos, y el resultado final de nuestra carne será el indicado.

Al cocinarla, muchas veces nos surge la duda respecto a si nos quedará lo suficientemente suave. Sin embargo, con estos “tips” ya no tendremos que andar con dudas en la cocina, ya que con ellos lograremos que la carne no sea difícil de masticar o cortar. ¡Seguí los pasos!

Golpear la carne con un mazo

Probablemente, este sea uno de los métodos más utilizados en todo el mundo, y esto se debe a sus grandes resultados. 

El objetivo de cada golpe es hacer que la carne quede plana y romper las fibras que forman los distintos tejidos. De esta manera, quedará mucho más tierna y será más fácil de comer.

En caso de no tener un mazo o ablandador, puedes envolver el pedazo de carne en papel film y golpearlo con el fondo de un sartén o rodillo.

Si tenemos un corte de carne muy grueso, se pueden hacer también unas incisiones en la superficie. Esto hará que el calor penetre en el interior con rapidez, se cocine antes y quede más tierno.

Ablandar con salmueras

Este método siempre logra buenos resultados, ya que la sal relaja las proteínas de la carne y hace que se ponga más suave.

Para ponerlo a prueba, debes cubrir la porción por ambos lados con sal gruesa y dejarla reposar entre 30 minutos y una hora. Luego, enjuaga bien y sécala antes de ponerla en la olla o sartén.

Un dato importante es que, al poner sal en el comienzo de la cocción, esto secará los jugos de la carne y la endurecerá. Lo ideal es que se incluya a la carne en los últimos segundos de cocción o cuando vayas a servirla.

Marinar la carne

Los ingredientes ácidos hacen que quede más tierna y jugosa, ya que estos cocinan parcialmente el producto, además de mejorar notoriamente el sabor de la carne.

Para marinarla, se utiliza un ácido (vinagre, cerveza, jugo de limón, naranja), sal, aceite, condimentos o hierbas aromáticas (ajo, comino, jengibre, cilantro, entre otros).

Las carnes de ternera, cerdo y cordero se pueden marinar de 4 a 12 horas para un mejor resultado. Es importante escurrir la carne antes de cocinarla. También, hay quienes también recurren a sumergir la carne en leche durante al menos dos horas.

Hervir la carne

Este otro truco consiste en hervirla durante un periodo prolongado. De esta manera, la pieza quedará tierna y jugosa, ideal para preparar guisos o estofados.

Albardar la carne o empanar

Se trata de una técnica que aporta jugosidad a la carne y evita que se reseque durante la cocción. Este método consiste en envolver la pieza con lonchas de bacon, panceta o tocino y se cocina con ese envoltorio.

Además, se debe empanar usando huevo batido, harina y pan rallado. El empanado hace que quede crujiente la superficie y jugosa la carne interior.