La receta criolla que consiste en una rodaja de queso provolone dorada por fuera y derretida por dentro en la parrilla, y que sirve como un acompañamiento perfecto para el asado, lideró el ranking anual de “platos de queso del mundo” en la conocida revista culinaria Taste Atlas.

El concepto es simple, un queso semiduro derretido a la parrilla, pero llegar al punto perfecto puede ser un desafío, por lo que se inventaron recipientes destinados a la única función de contener el queso y evitar que se desparrame por las brasas. 

El problema de la provoletera es que, además de ser un elemento caro y prescindible, evita el contacto directo del queso con el calor y, en consecuencia, que tenga el sabor ahumado característico.

Hay una serie de cuestiones a tener en cuenta para preparar la provoleta perfecta, que además se puede presentar con diversos toppings y variedades: chimichurri, capresse, jamón crudo y rúcula, entre otros. 

  <a href='https://www.cronica.com.ar/tags/Provoleta'>Provoleta</a> en provoletera: una buena opción para que quede crocante.
Provoleta en provoletera: una buena opción para que quede crocante.

4 formas de preparar la provoleta perfecta

El primer asunto a tener en cuenta es la calidad del queso. Es muy importante elegir una variedad de provolone de buena calidad en la fiambrería. Una vez elegido, se deben cortar rodajas de entre 1 y dos centímetros. 

Respecto al fuego, la forma más común de prepararla es usando una alta temperatura, llevando el queso directo a la parrilla durante 7 minutos de cada lado, sin tocar ni mover salvo por el momento de darlo vuelta. 

Una técnica que dará un resultado más crocante consiste en cortar la rodaja del queso y dejarla sudar un rato al sol mientras preparamos otros elementos del asado. Cuando esté un poco más dura y con pequeñas gotitas en la superficie, espolvorear con harina por ambos lados y llevar a la parrilla. 

En el caso de contar con provoletera, se debe colocar directo sobre las brasas y calentar con un chorrito de agua. Cuando se evapora el agua, llevar la rodaja gruesa de queso directamente al molde por 5 minutos de cada lado y retirar del fuego. 

La técnica infalible para preparar la provoleta más crocante por fuera y suave por dentro es dejando la rodaja de queso provolone madurar en la heladera por dos o tres días. De esta manera, el queso forma una costra natural que va a contener mejor el interior derretido y la cocción directo en la parrilla asegurará su sabor ahumado. 

Una vez seleccionado el método de cocción que mejor se ajuste a los gustos y posibilidades de cada uno, toca elegir el topping preferido para elevar el sabor de la provoleta y disfrutar del plato de queso más rico del mundo.