Los buñuelos son un clásico argentino que nunca falla. Se pueden comer en cualquier momento del día y resultan una gran compañía para el mate, el té y el café. Además, son muy fáciles de preparar y la receta lleva pocos ingredientes.

Aunque hay algunas variaciones según quién la elabore, y hasta pueden llevar un relleno dulce o salado, la receta original es solo una masa frita que tiene forma circular. Su sabor es simple pero delicioso, y se disfrutan más si se comen tibios.

Aunque su origen se debe a la cocina mediterránea y su nombre original era "globos", con el paso del tiempo este plato se extendió por todo el mundo y comenzaron a llamarse "buñuelos". En esta tarde nublada, seguí los pasos y sorprendé a tus seres queridos con esta preparación.

Ingredientes para elaborar buñuelos

  • 2 huevos.
  • Media taza de azúcar.
  • 1 taza y media de harina leudante.
  • Una cucharadita de esencia de vainilla o ralladura de media naranja.
  • Media taza de leche.
  • Aceite para freír.
  • Azúcar impalpable (también puede ser común) o canela para espolvorear.

Modo de preparación 

1. En un bol, mezclar los 2 huevos, la media taza de azúcar, la taza y media de harina leudante y el ingrediente elegido para saborizar, es decir, la esencia de vainilla o la ralladura de naranja.
2. Añadir la media taza de leche a la mezcla anterior. 
3. Calentar abundante aceite en una olla.
4. Una vez que esté todo incorporado, y con ayuda de dos cucharas grandes, tirar partes de la mezcla sobre el aceite.
5. Cocinar unos 2 o 3 minutos hasta que se doren y colocarlos en un plato con servilletas que puedan absorber el exceso de aceite.
6. Esperar a que se entibien los buñuelos y espolvorear con azúcar o canela.

¡Y listo! Ya se puede disfrutar de unos riquísimos buñuelos en familia o con amigos. Si no se cuenta con harina leudante, el ingrediente se sustituye por harina 0000 y polvo para hornear. Por otro lado, la leche, en caso de no tenerla, se reemplaza por agua.

Es importante integrar bien todos los ingredientes para prevenir que se formen grumos y así  conseguir una mezcla uniforme. Otro detalle clave es que el aceite para freír debe ser bastante, ya que sino no se logrará que los buñuelos floten.

Respecto a cuántos buñuelos se pueden cocinar a la vez, la mejor opción es ponerlos de a poco. La paciencia es fundamental en ese momento, debido a que si se colocan todos juntos se pueden pegar entre ellos y hasta quemarse.