Budín salado: una reversión sabrosa para acompañar los mates de la tarde
Esta preparación es sumamente sencilla, no requiere de muchos ingredientes y su tiempo de cocción no supera los 30 minutos. Además, lo podés incorporar dentro de la pica en reemplazo del pan o las tostadas.
Está claro que la merienda es sagrada, pero hay tanta cantidad de delicadeces dulces para degustar que, a veces, nos sentimos agobiados y empalagados de ellas. Por este motivo, las recetas saladas se convierten en una gran alternativa para acompañar las clásicas infusiones (café, té, jugos o el mismísimo mate).
En esta oportunidad te compartimos el paso a paso de un riquísimo budín de queso y cebolla, una preparación que no lleva muchos ingredientes y se puede realizar en menos de 30 minutos de cocción. Es decir, conseguirás un acompañante exquisito que no hay chances que te salga mal porque no necesitas tener grandes conocimientos culinarios.
Ingredientes que necesitas para el budín salado:
- 2 huevos.
- 1 cebolla.
- 2 cebollita verdeo.
- 3/4 taza leche.
- 1 pocillo de aceite de oliva.
- 2 tazas harina leudante.
- Sal.
- Pimienta.
- Aceitunas (opcional).
- 300 gramos de queso semiduro (Pategras, Mar del Plata, Gouda) o queso rallado.
- Variedad de semillas para la decoración (opcional).
Pasos a seguir sencillos que cualquiera puede hacer:
1- Para iniciar esta riquísima preparación, vamos a picar la cebolla y cebollita de verdeo (solo la parte blanca porque la verde es amarga y la vamos a usar de decoración). Acto seguido, ponemos ambas verduras en una sartén con un poquito de aceite y cocinamos hasta que estén bien doraditas. Cuando estén en este punto, sacamos del fuego y dejamos enfriar.
2- Por otro lado, en un recipiente, batimos los huevos y condimentamos con sal, pimienta y los condimentos que tengas en casa o te gusten (orégano, ajo, pimentón, nuez moscada, etc.). Cuando estén estos ingredientes bien integrados, agregamos las cebollas que doramos en el primer paso y una cucharadita más de aceite.
3- Luego mezclara bien la base anterior, sumamos la harina en forma de “lluvia” mientras vamos revolviendo para que no se generen grumos. En este punto, será fundamental que además agreguemos la leche, ya que si no la masa quedara seca.
4- Rallamos el queso duro que hayamos elegido e incorporamos al recipiente de preparación. Asimismo, le sacamos el carozo a las aceitunas y hundimos las mismas en el interior de la “pasta” que formamos. Mezclamos todo muy bien para que quede una única preparación.
5- En un molde tipo budinera, previamente enmantecado, aceitado o envuelto en papel apto de cocción (manteca-aluminio), colocamos toda la masa y redistribuimos bien para que quede parejo. Mandamos a cocinar en un horno precalentado a unos 200 grados. Su tiempo aquí no es de más 20 minutos, pero tenés que ir controlando que no se dore de más.
6- Cuando ya haya adquirido un lindo color en la superficie, abrimos el horno y asomamos levemente para que no pierda completamente el calor. Pintamos con un poco de agua fría (funciona como “pegamento”) y rocemos con variedad de semillas para que le dé una consistencia aún más crocante. Si no gusta este tipo de ingrediente, podemos cambiarlos por cebolla crocante tipo escamada.
7- Cuando su cocción sea óptima, sacamos completamente del horno y dejamos enfriar. Antes de servir en la mesa con los mates o la picada, picamos la parte verde de la cebollita de verdeo y ponemos por encima como si fuera una “lluvia”. Para darle un toque cremoso, agregamos una fina capa de queso crema o saborizado, esto reemplazará el tradicional baño de chocolate.