El asado clásico implica la aplicación de diversos trucos y técnicas antes de poner la carne en la parrilla. A primera vista, todos parecen conocer su preparación, pero existen errores imperdonables, como obtener una carne dura o carecer de sabor. Esto ocurre cuando no se tienen en cuenta algunos consejos y recomendaciones esenciales antes de iniciar la cocción de los alimentos.

Para evitar que la carne resulte dura, es fundamental ablandarla antes de colocarla en la parrilla. Entre las opciones más populares entre los argentinos se encuentran el costillar, el vacío y la tira de asado, sin dejar de lado las achuras, el pollo, la morcilla y los chorizos. Aquellos con un apetito más generoso incluso podrían agregar una provoleta y algunas verduras a la parrilla.

De acuerdo a las estadísticas más recientes proporcionadas por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el consumo promedio de carne en nuestro país asciende a 51.7 kilos por habitante. Sin lugar a dudas, el asado se posiciona como una de las preferencias más destacadas, ya que es una elección popular para compartir en reuniones familiares o con amigos.

Asado: los trucos para que la carne sea blanda

En líneas generales, el consejo fundamental que debes recordar es que no debes cortar la carne antes de llevarla a la parrilla, sino que debe ser colocada en la misma como una pieza completa para evitar que se seque. Sin embargo, puedes retirar el exceso de grasa de ciertos cortes si así lo prefieres.

1. La sal 

Cuando comenzamos a cocinar, uno de los primeros pasos que solemos dar es salar los ingredientes. No obstante, es importante tener en cuenta que este proceso puede ser perjudicial para el asado.

El momento en que se añade sal al comienzo de la cocción, puede provocar que los jugos de la carne se evaporen, lo que resulta en una carne más seca y endurecida. Lo óptimo es salar los cortes hacia el final de la cocción, justo antes de servirlos. Esto contribuirá a conservar los jugos naturales de la carne y mantener una textura tierna y suave.

2. Macerar con leche

Este consejo no es estrictamente necesario, pero puede ser útil para evitar que el asado resulte duro. La técnica de macerar la carne en leche varias horas antes de cocinarla contribuye a ablandarla sin afectar su sabor.

Aparte de la leche, se pueden emplear otros líquidos, como jugo de limón, vinagre de manzana o cerveza, para macerar la carne. No obstante, es importante tener en cuenta que estos últimos líquidos pueden influir en el sabor de la carne, aunque siguen siendo útiles para aplicar en otras recetas culinarias.

3. La cocción

Independientemente del método de cocción que elijas para preparar la carne, ya sea en la parrilla, en el horno o en alguna otra receta, es esencial prestar atención al tiempo de cocción de la carne.

Es importante recordar que, en general, cuanto más tiempo dediques a cocinar la carne a la parrilla, más tierno y suave será el resultado. Apresurarse en la cocción y mantener el fuego alto puede dar lugar a que los alimentos salgan duros e, incluso, se quemen.