Ya sea por cuestiones climáticas o porque simplemente en donde viven no hay espacio para una parrilla tradicional, las parrillas a gas se han vuelto un boom entre quienes aman el asadito y no se pueden resignar a no poder prender la leña o el carbón. Conocé de que se trata esta alternativa, cuánto cuestan y cinco tips para que no sientas la diferencia en el resultado final.

¿Qué es una parrilla a gas?

Si no la conocías hasta este momento, cuando la pruebes probablemente pienses que es uno de los mejores inventos después de la rueda. Se trata de un artículo de cocina que generalmente se divide en tres piezas: una base que va directo en la hornalla y a la que se le coloca agua, luego una especie de rejilla que es en donde se coloca la carne y por último una tapa.

Así luce una parrilla a gas genérica de tres piezas (Imagen ilustrativa).

Sus costos son muy variados y dependen del tamaño y material. En MercadoLibre arrancan en los 2 mil pesos las más pequeñas que tienen un diámetro aproximado de 31 centímetros. Hay que tener en cuenta que una de éstas se puede utilizar perfectamente en la hornalla más chica y le entran alrededor de unos dos kilos de carne, dependiendo del corte.

Cinco tips para usar tu parrilla a gas

  • Antes de encenderla hay que colocarle agua a la base. Esto sirve para que cuando comience a caer la grasa de la carne no se queme. La cantidad óptima es que alcance a cubrir toda la base.
  • Para poder sellar la carne para que quede jugosa por dentro es necesario precalentar la parrilla. Con cinco minutos a fuego alto en la hornalla más chica será suficiente.

¿Cómo es una parrilla a gas y cómo usarla?

 

  • Una vez que la parrigas ya tomó calor, hay que disponer todo lo que se va a asar arriba de la rejilla, teniendo en cuenta que se tiene que poder cerrar bien la tapa. La carne ya tiene que estar marinada o condimentada.
  • La cocción llevará entre una hora y hora y media dependiendo del corte de carne, pero como en cualquier preparación de este tipo, es necesario darla vuelta a mitad de cocción.
    Estos son los chips, que consisten en pequeñas láminas de leña que al quemarse emiten el característico olorcito de la parrilla. No largan mucho humo (Imagen ilustrativa).
  • Lo cierto es que al tener agua en la base, la carne puede quedar como hervida. Si no se le coloca agua tendrá una mejor textura pero lo cierto es que te arriesgás a que se incendie la grasa que cae. Para darle un sabor más tradicional, lo ideal es comprar unos "chips de leña" que se venden en el supermercado y colocarlos en la hornalla para que al quemarse la carne quede con un gusto ahumado.