Rodrigo Tapari: "Considero que la música fue un don que me dio Dios"
Rodrigo Tapari, cantante y compositor, pasó por CM y habló con Paola Prenat sobre su infancia, su comienzo en la música, su presente y mucho más ¡No te lo pierdas!
En el comienzo de la nota y antes de ir a su vida musical, Paola Prenat le consultó a Rodrigo Tapari de dónde sacó el porte físico, si era de su mamá o de su papá; para sorpresa de todos, comentó que no se parece a sus padres, sino que a sus abuelos: "Los dos eran ‘altotes’ y flacos, y tengo un tio de parte de mi mamá, que se llama José, que es muy parecido a mí".
Yendo a su lado musical confesó: "La música, considero, que es un don de Dios porque nunca estudié; donde estoy ahora es una casa que pudimos hacer con mi esposa, que nos mudamos en Navidad, e hice este pequeño estudio para componer; todas mis producciones las hago yo y nunca estudié, soy autodidacta", destacó y continuó: "Tengo un amor y una pasión muy grande por la música, y todo lo que hice, lo realicé de oído, y recién ahora a mis 40 años a entrenar mi voz".
Cuando comenzó la carrera en la música, tuvo un pedido muy particular a su pareja: quiso que sea su representante, además de su esposa. A su vez, siempre humilde, le dijo que no le comente cuánto va a ganar en los shows, porque quería subirse al escenario y cantar, porque él disfruta y ama, por lo que le respondió: "Si, vos dejame a mí, porque si es por vos cantás gratis".
Con respecto a su vestimenta, Tapari comentó: "Yo siempre tuve muchos complejos por ser delgadito y consideraba que mientras más ropa me ponga, menos me iba a ver yo; de chiquito comencé a admirar a muchos artistas como Michael Jackson, Elvis Presley, Juan Gabriel, que se vestían con brillo en una época que era tabú que los hombres se vistan así y me llamaba mucho la atención. Eso siempre fue como mi prototipo a seguir".
"Cuando entré en Grupo Ráfaga propuse usar brillo; los chicos no estaban tan de acuerdo, entonces lo empecé a usar yo solo (...) cuando empecé mi carrera solista, no solamente comencé a hacer mis trajes, sino los pantalones, camisas, zapatos, cinturones. Lo hice para toda mi banda. Yo creo que vende mucho, y me gusta que la gente que paga una entrada, no solamente vea música, sino un show".
"Mi papá siempre me apoyó mucho con la música; mis padres se separaron cuando tenía 11 y mi mamá formó su familia con su pareja y se fue de casa, y quedé con papá; empecé a trabajar a los 12 años como peón de albañil y me acompañaba con los ensayos con mis bandas en el barrio, hasta que un día estábamos mirando la televisión y ve una publicidad que hablaba de Popstar".
"Cuando llegué dije 'qué hago acá' y de a poco fui pasando los castings; llegué a ser finalista de ese programa, donde se formó Mambrú, y ahí empecé a cantar en casinos, bingos y lo hacía con los ojos cerrados por vergüenza; hasta que una vez vino una persona que me dijo 'Mirá, se va Ariel Pucheta el cantante de Ráfaga, los chicos están buscando cantante, están haciendo un casting, y fue ahí cuando lo hablamos con mi papá, y me dijo que vaya porque era una buena banda; ahí entré en el 2003 e hicimos una carrera muy linda hasta que me fui en 2017".
También contó que en Ráfaga entró con 19 años y, en ese momento, la mayoría de edad era a los 21, por lo que lo tuvieron que emancipar para que pueda viajar con la banda. Ante esto agregó que pasaba, a veces, entre 4 o 5 meses afuera y extrañaba muchísimo a su familia, pero fue parte de su crecimiento.
En cuanto a su faceta de compositor, una vez dejado Ráfaga con el éxito de “Una Cerveza”, el artista comentó que empezó siendo anónimo. Uno de los primeros cantantes con los que trabajó fue Daniel Agostini, el cual fue el primer artista el cual admiraba muchísimo en el cual le dijo que le gustaba uno de sus trabajos y así fue como llegó a componer casi cuatro discos enteros. A partir de esto, grupos de afuera.
“Cuando compuse “Una Cerveza”, lo que decía, no era un buen ejemplo, ni un buen consejo; pero eso me sirvió para madurar y entender y para trabajar esa parte de composición (...) lo que decimos puede bendecir decimos o maldecir, entonces empecé a entender el concepto y el mensaje que damos”, agregó Tapari.
Luego la nota terminó con un ping pong sobre algunos de los artistas con los que colaboró que van desde Los Palmeras, Marama, Los Nota Lokos, entre otros.