Netflix atrapó al público con sus últimos estrenos, tales como División Palermo, El sombrerero loco o el documental mh370, sobre el avión desaparecido de Malaysia Airlines. Sin embargo, ninguna de esas producciones despertó tanta controversia como la docuserie En el nombre de Dios: Sagrada traición, la producción coreana que sobre deplorables crímenes de sextas que intentaron no llegue a la plataforma.

En el nombre de Dios: Sagrada traición, o In the Name of God: A Holy Betrayal por su nombre en inglés, se estrenó el 3 de marzo y desde entonces se convirtió en uno de los títulos más visto en varios países.

“Esta docuserie muestra el lado oscuro de la fe incondicional a través de las escalofriantes historias reales de cuatro supuestos profetas coreanos”, dice la sinopsis oficial de Netflix.

 

A lo largo de 8 episodios,  se muestran las historias de: Jeong Myeong Seok, líder de la Christian Gospel Mission; Park Soon-ja, quien fue hallada muerta junto con otras 30 personas; Kim Ki-soon, quien fundó una secta llamada Jardín Infantil y el pastor Lee Jae-rock, quien fundó la Iglesia Central Manmin. 

En los distintos casos, se mencionan múltiples acusaciones de abuso sexual dentro del ámbito de las sectas e incluso complicidad en homicidios. Muchas de las causas aún están en procesos judiciales.

Por ejemplo, Jeong Myeong Seok, ya pasó diez años en prisión por el abuso sexual de cuatro personas que formaban parte de la secta. En tanto, Lee Jae-rock fue condenado en 2018 también en causas de abuso contra varios miembros de su iglesia, por lo que recibió una pena de 15 años de prisión.

La serie de Netflix que intentaron prohibir

Debido a su fuerte material y lógicamente el daño a su imagen, algunos de los involucrados recurrieron a la Justicia para pedir la cancelación y prohibir la emisión de los capítulos bajo el reclamo de que atentan contra la libertad de religión. Sin embargo, la iniciativa no prosperó, ya que el tribunal coreano que se hizo cargo del caso consideró que el concepto de la docuserie no estigmatiza a la religión y que además hay múltiple evidencia para dar a conocer los casos.

La miniserie está dirigida por Jo Seong-Hyeon, quien manifestó: “Desde que era joven, había mucha gente alrededor mío que eran víctimas de sectas, y luego de que empecé a hacer documentales, este tema era casi tarea para mí”.

En el nombre de Dios: Sagrada traición fue muy bien recibida por el público y en sus primeros días consiguió meterse entre lo más visto de algunos países. Además de Corea del Sur, alcanzó los primeros puestos del ranking en Hong Kong, Canadá, Emiratos Árabes, Filipinas, Indonesia, Kenia, Malasia, Qatar, Singapur, Taiwán y Vietnam.

También recibió el visto bueno de la crítica y diferentes medios especializados destacaron la importancia de difundir estas historias. Heaven of Horror la describió como “aterradora y fascinante”, pero que “más que todo, es importante que tengamos conocimientos de estos problemas y estos crímenes”. En la misma línea, el sitio Ready Steady Cut subrayó que “profundiza el poder que pueden tener las sectas y sus líderes, y la experiencia de las víctimas”.

JMS, la secta que conmocionó Corea

Uno de los casos más resonantes de la serie son los crímenes de Jeong Myeong Seok, líder de la Christian Gospel Mission - también conocida como JMS Providence, entre otros nombres-.

De acuerdo a la reconstrucción que hace la serie, Seok hizo crecer su organización reclutando estudiantes universitarios y se proclamaba como el "mesías de esta era" por su interpretación numerológica de la Biblia. Por otro lado, se encontró que manipulaba a sus seguidoras a tener relaciones sexuales con él con el argumento de que "sería la única forma de salvar sus almas": estiman que abusó sexualmente de unas 10 mil mujeres.

Pero la llegada de su historia a Netflix también repercutió en la música, pues Kyoungyoo, integrante del grupo de k-pop DKZ, se vio vinculado a JMS Providence por la presencia del negocio de su familia en una lista de nombres presuntamente afiliados a la secta.

Jeong Myeong Seok, el lídes de la secta coreana JMS Providence.

Tras ello, la agencia Dongyo Entertainment emitió un comunicado para aclarar la relación del músico y sus padres con el controvertido culto religioso que es expuesto en los primeros capítulos de la nueva docuserie. 

"Antes de recibir información de muchas personas y ver el contenido, él creía que la organización en cuestión era simplemente una iglesia ordinaria a la que asistían sus padres. Nunca se había encontrado ni había estado al tanto de la información", indicó

Después de enterarse del contenido del programa, el integrante de DKZ revisó personalmente los capítulos y "no pudo contener su horror". Acto seguido, el negocio familiar cesó sus operaciones y luego sus padres abandonaron la iglesia tras corroborar lo denunciado en la docuserie, consignó Dongyo Entertainment.

"También les informamos, en términos inequívocos, que no tendrán asociación (con JMS) en el futuro", agregó el comunicado.

Para finalizar, el sello remitió el mea culpa del ídolo del k-pop y reiteró su postura sobre el vínculo con la secta. "Como alguien cuyo trabajo implica recibir mucho amor, Kyoungyoon se disculpa profundamente por el hecho de que no pudo analizar adecuadamente los asuntos relacionados con él. Aunque la ignorancia no es excusa, nunca tuvo el menor deseo de actuar en interés de la organización en cuestión o defender sus delitos, por lo que le pedimos que se abstengan de hacer excesivas especulaciones o menciones", puntualizaron.