El ministro de Salud del Líbano, Firass Abiad, afirmó este miércoles que el número de muertos libaneses en más de un año de combates entre Hizbulá e Israel ha alcanzado los 4.047, la mayoría de ellos desde el reciente mes de septiembre, recogió Alarabyia​​​.

"Hasta ahora (...) hemos registrado 4.047 muertos y 16.638 heridos", informó Abiad a periodistas en una rueda de prensa una semana después de que entrara en vigor el alto el fuego con Israel.

La mayoría de las muertes se produjeron después del 15 de septiembre, según afirmó el ministro y añadió: "Creemos que el número real puede ser mayor" debido a muertes no registradas.

Abiad dijo también que entre los muertos había 316 niños y 790 mujeres.

La cifra de las autoridades libanesas no distingue entre combatientes y civiles. El Ejército israelí estima que unos 3.500 agentes de Hizbulá han muerto en el conflicto.

A partir del 8 de octubre de 2023, la organización chií libanesa Hizbulá comenzó a atacar comunidades israelíes y puestos militares a lo largo de su frontera con Israel casi a diario argumentando que lo hacía para apoyar a los palestinos en Gaza. A medida que pasaron los meses, Hizbulá amplió sus ataques hasta alcanzar ciudades del centro y norte de Israel.

Los ataques desde el Líbano hasta ahora han provocado la muerte de 45 civiles. Además, 76 soldados y reservistas.

En los últimos meses Israel escaló el conflicto armado, cruzando a principios de octubre la llamada Línea Azul y sosteniendo combates puntuales en el sur del territorio libanés contra la milicia.

Hizbulá, junto con el movimiento Hamás en la Franja de Gaza, las fuerzas hutíes del movimiento Ansar Alá en Yemen y las milicias proiraníes de Irak y Siria, forma parte del llamado 'eje de resistencia' contra el Estado hebreo en Oriente Próximo.

La incursión terrestre siguió a dos oleadas de detonaciones de dispositivos de control remoto a lo largo del Líbano y una campaña de bombardeos aéreos para descabezar a Hizbulá, cuyo dirigente histórico, Hasán Nasralá, murió en un ataque con bombas antibúnkeres sobre un edificio residencial de Beirut, así como su sucesor. La capital libanesa no sufría bombardeos israelíes desde la guerra de 2006.

El alto el fuego entre Israel y la organización chií libanesa Hizbulá, respaldada por Irán, entró en vigor el miércoles de la semana pasada después de que ambas partes aceptaran un acuerdo negociado por Estados Unidos y Francia.

El acuerdo, que promete poner fin a un conflicto en la frontera entre Israel y el Líbano que ha matado a miles de personas, se considera un logro para la diplomacia internacional, liderada por EEUU, en los últimos días de la administración del presidente Joe Biden.

Biden dijo que su administración también estaba presionando para un esquivo alto el fuego en la Franja de Gaza y que era posible que Arabia Saudí e Israel pudieran normalizar sus relaciones.

Mientras, tanto Israel e Hizbulá se acusan mutuamente de haber roto el cese al fuego en diferentes ocasiones, pero no ha habido escalada hasta el momento.

Fuente: Sputnik