El descenso de la temperatura invita a comer algo calentito y qué mejor manera que prepararlo en familia con platos originales y ricos.
Salen de lo típico y, si bien puede parecer que llevan muchos ingredientes, el nivel de dificultad es nulo. Preparate para ponerte el delantal y disfrutar de un rato donde los niños se mancharán las manos.