La joven llevaba dispositivos electrónicos en la valija que pensaba despachar, entre ellos un juguete sexual. Por orden del primer control de seguridad, debió pasarlos a la maleta de mano... todo a la vista de los otros pasajeros
Pero esa no fue toda la vergüenza que la chica tuvo que pasar. En un segundo control no sólo le hicieron sacar el juguete en público sino que se lo revisaron. "Parecía una terrorista", confesó