Es algo opcional. En el caso de usarlo, mejor que sea de oliva virgen extra. Una cucharada por cada 250 gramos de harina y 250 gramos de agua será suficiente, aunque podemos subir hasta una cucharada y media. No más.
Siempre usar la misma proporción de ambas. Conviene hacer pruebas varias de proporciones o probar distintos tipos de harina hasta que demos con la que funciona para nuestros churros.
No subestimar. Si no conseguimos una masa homogénea los churros se deformarán con la fritura y, pero aún, explotarán en el aceite. Por ello es genial usar una amasadora mecánica, pero si no disponemos de una hacemos el proceso a mano.