Calentar la parrilla mientras las brasas aumentan su fuerza para mantener la carne en buen contacto con la temperatura, de manera que el jugo quede en el bloque y no se pierda al exterior.
Esto se debe a la exposición de la carne a altas temperaturas, que secan el jugo exterior y forman una costra que protege el interior.
Esta técnica consiste en tratar de crear un ambiente húmedo alrededor la carne.
El desglasado consiste en recuperar todos los jugos que se pierden durante la cocción.